sábado, 10 de marzo de 2012

Bellezas del universo

En la inmensidad del cosmos, el misterio y la belleza se dan la mano. Allá donde lo más sencillo es viajar con la imaginación, existen distintas entidades de extrema belleza, que dan color a la fría oscuridad del universo. Púlsares, cuásares, nebulosas, cúmulos estelares, galaxias de variadas formas son algunos de los más luminosos elementos que nuestros telescopios han ido descubriendo. Los púlsares son faros, estrellas de neutrones pulsantes que emiten poderosos campos electromagnéticos y ondas de radio. Los cuásares (fuentes de radio cuasi-estelares) son lejanas concentraciones lumínicas y emisoras de radiación electromagnética y ondas de radio; en su misterio, probablemente núcleos activos de galaxias jóvenes en formación asociados a agujeros negros. Los cúmulos estelares son bellas concentraciones de miles o millones de estrellas atraídas por su gravedad mutua, viejas en unos casos, jóvenes en otros (las Pléyades).

Las nebulosas son concentraciones de gas y polvo donde acontece la formación de estrellas, o bien los restos de alguna de estas en su final, bellos colores al telescopio y en la imaginación, como la Cabeza de Caballo

Conteniéndolo todo, las galaxias, esas visiones elípticas, espirales, barradas o irregulares que en una visión de conjunto del universo, si ello fuera posible, parecerían los componentes más elementales.  Pero hay más, mucho más, en su interior, mucha belleza y misterio. Desde una de ellas, la Vía Láctea, contemplamos el universo.

Saludos nocturnos pero luminosos.


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