domingo, 30 de septiembre de 2012

Plutón

Hasta 2006 Plutón fue el menor de los planetas del Sistema Solar. El noveno. Aquel año, la Unión Astronómica Internacional rebajó su categoría, y ahora queda como planeta enano o planetoide, fuera de la lista de elegidos en el Sistema Solar. Sobre esta decisión ha habido bastante controversia, y la sigue habiendo, pero lo cierto es que en Plutón la diferencia de tamaño entre su mayor luna, Caronte, y él mismo es la menor de todo el sistema; y así, le queda reservada, al menos por ahora, la misma categoría de otros astros como Ceres o Eris.


Poco se conoce sobre este mundo lejano y frío, no observable a simple vista. Las temperaturas allí son siempre negativas (y muy negativas, menos de -200 ºC), y la atmósfera se compondría de nitrógeno en un 90% y metano un 10%. Su superficie podría mostrar una cobertura de metano congelado. Además, cuenta con cinco satélites, todos excepto Caronte descubiertos en tiempos recientes, y mucho menores que él.

Para algunos Plutón formaría parte de una categoría mayor, la de objetos transneptunianos, cuerpos celestes cuyas órbitas se situarían total o parcialmente más allá de la de Neptuno. Y así, Plutón no sería el mundo más lejano respecto del Sol, ni mucho menos, y el Sistema Solar no terminaría allí, y nos encontraríamos con regiones como el cinturón de Kuiper o la nube de Oort, o cuerpos como Eris o Sedna. El Sistema Solar cobra una nueva dimensión y complejidad.

Saludos de medianoche.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

La nube de Oort

En los confines del Sistema Solar, prácticamente en sus límites, se encuentra una nube de cometas y asteroides, tal vez billones de ellos, llamada nube de Oort, en honor al astrónomo holandés Jan Oort. Es un conglomerado esférico que realmente no ha sido observado de forma directa, aunque parece estar ahí, y ahí estaría desde hace millones y millones de años, puesto que las principales hipótesis plantean que serían restos del disco protoplanetario que se formó alrededor del Sol en el comienzo mismo del Sistema Solar. Una vez formados los grandes planetas gaseosos, Júpiter y Saturno, este material habría sido expulsado por sus enormes gravedades al exterior.

Realmente esta nube consta de dos, una interior de forma toroidal, y otra exterior, propiamente esférica, y parecen ser el origen de muchos de los cometas que, en alguna ocasión, podemos llegar a observar desde la Tierra. No de todos, ciertamente, pues el Sistema Solar alberga otras fuentes de cometas. Es tal la distancia de esta nube al Sol (casi un año luz) que se halla poco ligada gravitacionalmente a él, y otras estrellas e incluso la Vía Láctea podrían influir sobre ella y lanzar cometas al interior del Sistema Solar. Una vez en esta nube, ya habríamos recorrido un cuarto de la distancia a Próxima Centauri, la estrella más cercana a la nuestra.

En su conjunto, se estima que la masa de la nube de Oort es cinco veces la de la Tierra. 

¿Qué otros misterios asoman apenas hasta nuestro planeta desde todos los lugares del universo? Algunos, tan lejanos y tan cercanos como la nube de Oort.

Saludos de medianoche.