domingo, 30 de diciembre de 2012

Agua en Mercurio

Mercurio es un lugar inhóspito, sin duda. Como planeta más cercano al Sol, las temperaturas en su ecuador llegan hasta los 450 ºC o más. Sin embargo, como consecuencia de la pequeñísima inclinación de su eje de rotación (menos de 1 grado), hay regiones en las zonas polares que no reciben la luz solar nunca, y allí las temperaturas serían de unos heladores -185 ºC. En estas regiones, en concreto en cráteres del polo norte, es donde existe, al parecer, hielo de agua, según anunció la NASA en fechas recientes de este 2012 que se acaba.

Un anuncio sorprendente y a la vez esperado por la comunidad científica, puesto que en 1991 el radiotelescopio de Arecibo ya detectó manchas polares que reflejaban la luz como lo haría el hielo. Ahora la sonda Messenger confirma que existe hielo de agua en Mercurio, y además en grandes cantidades. Para acrecentar la importancia de este hallazgo, resulta que ese hielo existe en zonas profundas de los cráteres, pero también cerca de la superficie, donde se mantiene estable gracias a lo que parece ser una materia de origen orgánico. Este material provendría de asteroides, a través de los múltiples impactos que por eones ha sufrido la superficie del planeta, y es un misterio mayor si cabe. ¿Podría combinarse con el hielo, o incluso con agua en estado líquido? Un planeta en apariencia yermo reclama mayor atención. La vida podría abrirse camino donde menos imaginemos.

Dejo un enlace claro y conciso:

http://www.abc.es/ciencia/20121129/abci-agua-mercurio-nasa-201211292026.html

Feliz año 2013.

domingo, 16 de diciembre de 2012

El lago Baikal

En el sur de la gran Siberia rusa, entre montañas y bosques de coníferas, aparece un lugar de energía y misterio donde los haya: el lago Baikal, el mayor lago de agua dulce de Asia y el más profundo de la Tierra, en torno a 1640 metros. Es un lago de récords, porque además alberga el 20% de las reservas de agua dulce del mundo, y contiene tantos sedimentos que se cree que de drenarlos alcanzaría entre 9 y 11 kilómetros de profundidad. Y si se vaciara, se tardaría un año aproximadamente en llenarlo con el aporte de todos los ríos de la Tierra, incluidos Amazonas y Nilo.

Además, es el lago más antiguo que se conoce. De origen tectónico, dataría de hace unos 25 millones de años. Y crece, lo cual sigue alimentando movimientos tectónicos en la zona. Su área de drenaje es aproximadamente un 13% mayor que la de todos los grandes lagos de América del Norte juntos. Ríos de nombres evocadores son sus fuentes: Selenga, Chikói, Jilok, Uda, Turka, Alto Angará, Sarma, Snézhnaya... Más de 300 en total, puede que más de 500. Una única salida conocida: el río Angará, de más de 1700 kilómetros de longitud.

Más allá de los datos, este lugar es un centro místico para algunos pueblos asiáticos. Y no es para menos. Además de la colosal belleza de la región, los misterios que encierra son muchos. Desde posibles "monstruos del lago" hasta numerosas especies reales y endémicas, entre la que destaca la nerpa o foca del Baikal. Además, son recientes las primeras exploraciones subacuáticas y la conquista de su fondo (29 de julio de 2008). Parece que allí existiría petróleo, otra sopresa, aunque tal vez no tanta.

Estos son algunos de los secretos que conforman el lago Baikal. Desde aquí, mi deseo es que se preserven por siempre en la medida de lo posible, pues este lugar en apariencia idílico no está exento de amenazas. Parece que la temperatura en la zona se está suavizando y que el lago se hiela menos tiempo al año. Además, hay que hacer frente a la contaminación de algunos ríos que vierten en él, en particular el Selenga. Un desafío, de nuevo la pugna entre la belleza y la incertidumbre sobre el concepto de progreso de la civilización humana.

Dejo un enlace que puede resultar de interés:

http://www.xatakaciencia.com/astronomia/por-que-el-lago-baikal-es-tan-importante-para-la-ciencia

Saludos para todos los lectores del universo.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Estratos

Para quien sepa interpretarlos, los estratos de la Tierra son como un libro abierto. Muestran la evolución geológica de nuestro planeta, desde sus inicios hasta el tiempo actual. Porque día a día las capas geológicas se superponen unas a otras, en un proceso continuo y dinámico.

Hay lugares de la Tierra en que afloran más cerca de la superficie elementos más antiguos y significativos, como los correspondientes a la Era Primaria e incluso de tiempo anterior. Son muy conocidas, por ejemplo, aunque más recientes, las formaciones correspondientes al límite K-T, una capa que marcaría el paso de la Era Secundaria a la Terciaria, en correlación con el más que probable impacto de un meteoro que provocó la extinción de los dinosaurios. Por encima de este límite no aparecen restos de los grandes saurios; y, además, contiene iridio, material abundante en el espacio exterior, pero no en la Tierra.

Los fósiles son otra forma de interpretar los estratos, de la misma manera que el estudio de las rocas que componen estos. Conjugando ambas pruebas, pueden establecerse teorías sobre la evolución geológica y de la vida en la Tierra. La Estratigrafía tiene mucho que aportar aún para responder preguntas, sobre todo de las eras más antiguas y por ende misteriosas.

Saludos para todos.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Fusión nuclear, ¿la energía del futuro?

Recurrentemente surge la pregunta sobre la energía o energías que mejor cubrirán las necesidades de la humanidad en el futuro, en el contexto del calculado agotamiento de los combustiles fósiles, en particular el petróleo, y las evidencias sobre calentamiento global y el debate sobre la sostenibilidad del modelo enegértico de las sociedades más desarrolladas o en vías de desarrollo. Asistimos desde hace años al auge de las energías renovables, tal vez sobre todo la eólica o la solar, si bien muchas veces más por subvenciones o intereses pecuniarios que por convicción, y aparecen alternativas cada vez más viables como las pilas de combustible. De reojo, la gran esperanza tiene nombre: la fusión nuclear. No debe confundirse con fisión, pues de hecho es lo contrario. Si la fisión consiste en la disgregación de núcleos atómicos, liberando grandes cantidades de energía y partículas, la fusión es la unión de núcleos atómicos, generando también energía. Y si hablamos de fusión de átomos de hidrógeno en átomos de helio, tenemos la energía de las estrellas.

He ahí precisamente la gran dificultad. Para poder beneficiarnos de esta energía, mucho más limpia que la fisión y menos limitada que los combustibles fósiles (el hidrógeno podría obtenerse del agua), necesitamos replicar las condiciones estelares en la Tierra. Se han conseguido algunos resultados, y proyectos como ITER muestran el interés de la comunidad científica. Pero los miles de grados de temperatura de las estrellas y los campos magnéticos que allí se generan suponen todo un desafío, que puede superarse. Mientras, formas de energía menos elevadas pero sostenibles y renovables pueden ayudarnos a conformar un mundo más limpio.

Un saludo.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Ondas electromagnéticas y comunicaciones

Las ondas electromagnéticas son formas de propagación de la energía asociada con la radiación electromagnética, es decir, la combinación de campos eléctricos y magnéticos oscilantes a través del espacio. Con su descubrimiento y descripción a través de ecuaciones (ecuaciones de Maxwell), comenzó a darse forma a fenómenos como la luz, los infrarrojos, los rayos X o los rayos gamma. Y también a otras clases de radiación, como las microondas o las ondas de radio. Todas ellas forman parte del llamado espectro electromagnético, y muchas han sido claves para el desarrollo de las comunicaciones y el conocimiento del universo. De lo primero son muestras las microondas utilizadas en telefonía móvil o en televisión, o las conexiones inalámbricas para acceder a Internet, por ejemplo. En cuanto a lo segundo, el conocimiento del universo, la luz que viene desde los más diversos rincones llega a nuestros telescopios y a nuestras retinas, brindando información que nos permite conocer más y más sobre esa inmensidad prácticamente inconcebible de la que somos pobladores. ¿No es esta también otra forma de comunicación?

Las ondas electromagnéticas no necesitan un medio material para su propagación. Pueden hacerlo en el vacío, y es gracias a esta propiedad que hemos podido ir más allá de la Tierra para comprender y conocer un poco más el universo a través de imágenes, fotografías, etc. tomadas por satélites y sondas. Así, las ondas electromagnéticas se erigen en vehículo de progreso para la humanidad, y están ahí para acercarnos un poco más, entre nosotros, y quién sabe si con otros pobladores del universo.

Saludos a través de las ondas.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Vehículos inteligentes

¿Cómo serán los coches del futuro? Puestos a dejar volar la imaginación, caben muchos diseños y concepciones. Hay numerosas propuestas en libros, películas o series de ficción. Y en la realidad misma: formas aerodinámicas, tres ruedas en lugar de cuatro, híbridos, eléctricos... Se busca romper con la dependencia de los combustibles fósiles y a la vez dotar a los modelos de suficiente autonomía y velocidad. Pero también se trata de hacer prescindible al elemento humano. El conductor, tal y como lo conocemos hoy día, puede que no sea tan necesario como parece. Existen ya modelos, y no tan futuristas, que son capaces de estacionar solos, y otros, probados con buenos resultados, que, a través de distintos sistemas, circulan por sí mismos sin necesidad de conductor.

El debate puede estar abierto, aunque los cambios en la industria son lentos. También en la sociedad misma. Para algunos conducir es algo más que manejar una máquina. Para otros, es posible que la máquina por sí misma se maneje mejor, libre del potencial error humano que genera accidentes, tantos y tantos evitables. Claro, alguien tiene que poner en marcha la máquina... Aunque tal vez más pronto que tarde podamos ir un paso más allá, y programar los coches para que ellos solos arranquen y circulen. Y puede que lleguen a hablar, y "el coche fantástico" será una realidad.

Una vez más la tecnología es una puerta abierta para resolver retos y acercarnos a un verdadero bienestar, de la mano de la imaginación.

Saludos de madrugada.

viernes, 19 de octubre de 2012

Nebulosas

En la contemplación del universo, si dispusiéramos de unos buenos telescopios, o, incluso, en algún caso, sin ellos, tal vez aparecieran como los más hermosos objetos las nebulosas, concentraciones de gas y polvo donde acontece el nacimiento de las estrellas, o restos de estrellas extintas o en proceso de extinción. Aparecerían ante nuestros ojos de los más diversos colores y formas, y sus propios nombres son una evocación para la imaginación: la Cola de Caballo en Orión, Saco de Carbón en la Cruz del Sur, la del Águila en la constelación de la Serpiente, Trífida y de la Laguna en Sagitario, la del Anillo en Lira, Hélice y Cangrejo en Acuario. La nebulosa M42 o de Orión es la más cercana a la Tierra y observable a simple vista. Junto a ella otras como M78 y la nebulosa de la Flama. Todas ellas rivalizan en belleza, aunque cada uno podría tener su favorita por razones diversas. Y son objetos de sumo interés para la astronomía, por su origen y por lo que contienen o pueden contener, desde estrellas enanas blancas o púlsares a posibles planetas gaseosos, como en el caso de la nebulosa de la Flama. 

La composición de estas nubes de gas y polvo en sí misma ya justifica su estudio. Los elementos químicos que conocemos en la Tierra pueden provenir, y de hecho provienen, de las estrellas. ¿Qué aguarda por descubrir tras esos vaporosos tejidos de mil colores y hermosas conformaciones? ¿Algún nuevo elemento, o algo más sorprendente si cabe? La imaginación está abierta al descubrimiento.

Saludos de medianoche lluviosa.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Plutón

Hasta 2006 Plutón fue el menor de los planetas del Sistema Solar. El noveno. Aquel año, la Unión Astronómica Internacional rebajó su categoría, y ahora queda como planeta enano o planetoide, fuera de la lista de elegidos en el Sistema Solar. Sobre esta decisión ha habido bastante controversia, y la sigue habiendo, pero lo cierto es que en Plutón la diferencia de tamaño entre su mayor luna, Caronte, y él mismo es la menor de todo el sistema; y así, le queda reservada, al menos por ahora, la misma categoría de otros astros como Ceres o Eris.


Poco se conoce sobre este mundo lejano y frío, no observable a simple vista. Las temperaturas allí son siempre negativas (y muy negativas, menos de -200 ºC), y la atmósfera se compondría de nitrógeno en un 90% y metano un 10%. Su superficie podría mostrar una cobertura de metano congelado. Además, cuenta con cinco satélites, todos excepto Caronte descubiertos en tiempos recientes, y mucho menores que él.

Para algunos Plutón formaría parte de una categoría mayor, la de objetos transneptunianos, cuerpos celestes cuyas órbitas se situarían total o parcialmente más allá de la de Neptuno. Y así, Plutón no sería el mundo más lejano respecto del Sol, ni mucho menos, y el Sistema Solar no terminaría allí, y nos encontraríamos con regiones como el cinturón de Kuiper o la nube de Oort, o cuerpos como Eris o Sedna. El Sistema Solar cobra una nueva dimensión y complejidad.

Saludos de medianoche.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

La nube de Oort

En los confines del Sistema Solar, prácticamente en sus límites, se encuentra una nube de cometas y asteroides, tal vez billones de ellos, llamada nube de Oort, en honor al astrónomo holandés Jan Oort. Es un conglomerado esférico que realmente no ha sido observado de forma directa, aunque parece estar ahí, y ahí estaría desde hace millones y millones de años, puesto que las principales hipótesis plantean que serían restos del disco protoplanetario que se formó alrededor del Sol en el comienzo mismo del Sistema Solar. Una vez formados los grandes planetas gaseosos, Júpiter y Saturno, este material habría sido expulsado por sus enormes gravedades al exterior.

Realmente esta nube consta de dos, una interior de forma toroidal, y otra exterior, propiamente esférica, y parecen ser el origen de muchos de los cometas que, en alguna ocasión, podemos llegar a observar desde la Tierra. No de todos, ciertamente, pues el Sistema Solar alberga otras fuentes de cometas. Es tal la distancia de esta nube al Sol (casi un año luz) que se halla poco ligada gravitacionalmente a él, y otras estrellas e incluso la Vía Láctea podrían influir sobre ella y lanzar cometas al interior del Sistema Solar. Una vez en esta nube, ya habríamos recorrido un cuarto de la distancia a Próxima Centauri, la estrella más cercana a la nuestra.

En su conjunto, se estima que la masa de la nube de Oort es cinco veces la de la Tierra. 

¿Qué otros misterios asoman apenas hasta nuestro planeta desde todos los lugares del universo? Algunos, tan lejanos y tan cercanos como la nube de Oort.

Saludos de medianoche.

viernes, 31 de agosto de 2012

Mundo helado

Dejando atrás el mes de agosto y sus olas de calor, y ahora que el mundo dirige su mirada al Curiosity en Marte, no está de más recordar otros mundos que, por su particular atractivo, no deben ser ignorados. Uno de ellos es Europa, la luna helada de Júpiter, a la que muchos científicos otorgan altas probabilidades de albergar vida. Se cree que bajo su superficie helada habría un oceáno líquido que bien pudiera ser igual o similar a los de la Tierra hace millones de años. Quién sabe. 

Hay varias misiones teóricas a Europa aguardando en las mentes y los papeles de algunos científicos. Naturalmente, no tripuladas, a través de naves que se abrirían paso hasta el agua líquida y podrían lanzar sondas de exploración. Algo casi increíble, de todos modos. El interés prioritario parece centrarse en Marte, pero para muchos hay lugares en los que la imaginación puede acercarse más a la realidad, y Europa es uno de los principales. 

Saludos de final de agosto.

jueves, 2 de agosto de 2012

Júpiter

Zeus para los griegos, Júpiter para los romanos. En la mitología clásica, el padre de los dioses y los hombres, iracundo y vengativo, pero también protector de todos sus hijos. Casualidad o no, el mayor planeta del Sistema Solar, el que fue bautizado con el mismo nombre de Júpiter, ejerce también de protector de sus compañeros de viaje alrededor del Sol, y, por ende, en la Vía Láctea. Es algo bastante desconocido, pero que después de todo resulta decisivo para nuestra existencia. En realidad, es algo sencillo, descomunalmente sencillo podría decirse. Las grandes dimensiones de Júpiter le confieren una enorme gravedad, que atrae fuertemente hacia sí los objetos errantes del Sistema Solar, asteroides o cometas, que pasan cerca de él. Así, ejercería de escudo protector que cubre nuestro planeta de potenciales y temibles impactos. 

Con cierta frecuencia pequeños meteoritos llegan a alcanzar la superficie de la Tierra. La mayoría se desintegra en la atmósfera, y algunos, los más peligrosos tal vez, jamás llegan a acercarse, por la poderosa atracción hacia ellos de Júpiter. En el recuerdo queda sobre todo el impacto, en 1994, del cometa Shoemaker-Levy 9, y las observaciones mostraron que fue una colisión digna de dioses...

¿Qué sería de nuestro pequeño mundo sin el padre de los planetas? Mejor no pensarlo. Podemos vivir con esa duda.

Gracias, Júpiter.

viernes, 20 de julio de 2012

Cuevas

Vivimos en un mundo pleno de belleza, aunque a veces nos cueste ser conscientes de ello. En algunos casos, es una belleza oculta, en el interior de la Tierra. Se trata de cavernas y cuevas que se abren en las profundidades con todo su esplendor. Estalactitas, estalagmitas, columnas, lagos y ríos subterráneos, caminos y pasajes, luz, oscuridad, tibios colores. Es una belleza visitable y al alcance de la mayoría de nosotros con frecuencia. A veces la ignoramos. Como ignoramos la misteriosa fauna que habita en sus entrañas. Insectos, arácnidos, peces, crustáceos, reptiles, en muchos casos sin sentido de la vista desarrollado; o, cómo no, los murciélagos.

Como podemos ver o imaginar, hay mundos dentro de un mundo, demasiado desconocidos tal vez. Y en algunos de ellos, una vez, hace miles de años, habitó el hombre, y dejó sus pinturas y su huella para la eternidad. ¿Qué clase de existencia llevaban allí? Fueron hogar y refugio; o, simplemente, lugares que solo ahora empezamos a conocer y explorar.

Un saludo.

viernes, 6 de julio de 2012

La energía del mar

De entre las energías renovables, una de las más desconocidas es la energía que puede obtenerse de los mares y océanos. En realidad, son varias las formas aprovechables para generar electricidad, por ejemplo. En primer lugar, se habla de energía mareomotriz, la cual consiste en el aprovechamiento de la fuerza de las mareas. En lugares donde estas son más intensas es mas adecuada, como en el estuario del río Rance en Francia. En segundo lugar, tenemos la energía undimotriz u olamotriz, proveniente del movimiento de las olas. En lugares de fuerte olejae, como el norte de España, es más factible. Y una tercera forma de energía marina es el llamado a veces gradiente térmico o energía maremotérmica, que se basa en aprovechar la diferencia de temperatura entre las aguas superficiales, más cálidas, y las más profundas, más frías. Para beneficiarse de esta forma de energía es necesario que el gradiente sea de al menos 20 ºC, y las condiciones de los trópicos son especialmente favorables.

Y aún hay alguna forma más de energía del mar. Así, puede aprovecharse la energía de las corrientes, caso en el que se aprovecha la energía cinética contenida en las corrientes marinas. Además, existe la llamada potencia osmótica, que es la energía obtenida por diferencia entre la concentración de sal en el agua de mar y en el agua de los ríos, por procesos de ósmosis. 

Una vez más, queda claro que los mares y océanos pueden ser grandes aliados, como el Sol y el viento. La Naturaleza misma a la que maltratamos nos ofrece soluciones, sencillas en su idea, y un poco menos en su ejecución, eso sí; pero, en cualquier caso, de un futuro más limpio y sostenible.

Saludos de medianoche.


martes, 19 de junio de 2012

Chatarra espacial

La exploración del espacio es uno de los grandes hitos en la corta historia de la humanidad. Representa uno de los mayores éxitos para la ciencia y la tecnología. Gracias a estos avances, sabemos qué hay más allá de nuestro planeta, muy lejos, y en él mismo, pues también hemos aprendido a observar y analizar la Tierra.

Para estas tareas, resultan imprescindibles los satélites. Pero cuando dejan de ser útiles o se averían, entre otras posibles causas, quedan orbitando alrededor de la Tierra como basura espacial. Una chatarra muy cara, no exenta de problemas. Por ejemplo, en forma de colisiones con satélites que sí estén operativos, o, lo que es peor, poniendo en riesgo lanzamientos de misiones tripuladas. Porque, si bien algunos de estos restos son sumamente pequeños, como partículas de polvo o pintura, alcanzan velocidades muy elevadas, y el riesgo potencial asociado es, en consecuencia, alto.

Con al aumento de la exploración espacial, es de suponer que la chatarra espacial aumentará, y los riesgos también. Es un problema ya existente, al que se buscan soluciones. La Estación Espacial Internacional está blindada, pero seguramente no es perfecta. Y, en todo caso, estaría bien no convertir la órbita de la Tierra en un basurero flotante, más de lo que es ya, y reducirlo o eliminarlo a ser posible. Generamos ya demasiada basura aquí abajo, y es este otro problema a resolver y en el que pensar todos.

Saludos esperanzados.

jueves, 7 de junio de 2012

Superconductores

Vayamos por pasos. Los conductores son materiales que ofrecen baja resistencia al paso de la corriente eléctrica. Conocemos, sobre todo, los metales. Por su parte, los semiconductores son materiales que se comportan como conductores o como aislantes, en función de distintos factores. Es el caso, por ejemplo, del silicio. Pero ¿y los superconductores? Los superconductores van más allá: permiten el paso de corriente eléctrica sin resistencia ni pérdida de energía en determinadas condiciones, particularmente al caer la temperatura por debajo de cierto valor.

Las aplicaciones que ha encontrado la ciencia para estos materiales son varias. Destaca sobre todo la creación de potentes electroimanes, en transporte por levitación (trenes), aparatos de resonancia magnética nuclear en hospitales o aceleradores de partículas, circuitos digitales y estaciones de telefonía móvil. O incluso algunas más sutiles, como en la industria, para separar partículas más y menos magnéticas. Así pues, estos materiales parecen mucho más presentes en nuestra vida de lo que pudiéramos imaginar. Y en el futuro pueden aparecer, y aparecerán, nuevos campos. La física aún reserva secretos por desvelar.

Saludos nocturnos.

domingo, 27 de mayo de 2012

El futuro de la energía

En las próximas décadas, muy probablemente asistamos a una paulatina pero irreversible transformación de las fuentes de energía. Actualmente, el grueso de estas deriva de los combustibles fósiles. Pero las reservas de petróleo, por ejemplo, no parecen dar para mucho más de cien años. Y esto, en términos de civilización humana, es muy poco.

El futuro de la energía es tanto como el futuro de la humanidad. A día de hoy, el complejo sistema de vida de la sociedad occidental, y en particular de su entramado de transportes, se sustenta en un consumo masivo de combustibles fósiles. Los biocombustibles (bioetanol y biodiésel) son intentos de reemplazar al petróleo, pero sus rendimientos parecen estar por debajo de lo esperado. En otros casos se trata de crear vehículos propulsados por otras energías (electricidad, pilas de combustible), pero este desarrollo no va lo deprisa que sería deseable.

En otros ámbitos, aparecen energías como la nuclear, sobre las que se suscitan muchas controversias, algunas justificadas, y que no convence a la opinión pública. Se han construido en los últimos tiempos grandes centrales hidroeléctricas como la de las Tres Gargantas en China, pero el impacto ambiental resulta descomunal y tal vez desproporcionado. Las energías solar y eólica son limpias, pero no acaban de despuntar, y si lo hacen es porque llegan pingües ayudas públicas que las subvencionan.

Se piensa en la fusión nuclear, pero es una forma de energía tremendamente difícil de generar en la Tierra. Se trata de la forma en que las estrellas se consumen en su vida de millones de años, quemando hidrógeno para generar helio. Pero ya sabemos de las enormes temperaturas de las que estamos hablando. Aun así, se van consiguiendo algunos resultados, como en el proyecto ITER.

Así pues, cabe preguntarse por el futuro de la energía, y por el de la humanidad. Si dejamos que se agote el petróleo sin haber logrado una alternativa realmente viable, tal vez no se pueda sostener un grado de desarrollo similar al actual, y quizás no estemos dispuestos a eso. ¿Sería posible el mismo nivel de transporte de hoy día? Y, por otro lado, ¿vamos a agotar la última gota de petróleo, y a seguir contaminando hasta el último instante, en lugar de fomentar un cambio limpio lo más cercano posible? 

Saludos.

domingo, 13 de mayo de 2012

Ecuaciones y fórmulas

Rigen el comportamiento del universo y tienen una repercusión en nuestra vida mucho más allá de lo que somos conscientes. Y no son las estrellas, los hados o las alineaciones planetarias. Son las ecuaciones y las fórmulas que describen el funcionamiento de la naturaleza, en su sentido más amplio. ¿Quién no ha oído hablar de la ley de la gravedad o de la ley de Coulomb? En realidad, en principio deben formar parte de nuestros conocimientos generales. Y muchas otras, como las leyes de la termodinámica, el electromagnetismo o la mecánica cuántica. Unas se derivan de otras, y conforman un entramado descriptivo no siempre fácil de comprender, pero que funciona.

A pesar de que las ecuaciones y las fórmulas pueden parecer frías y ásperas, no restan un ápice de belleza al universo que describen, si somos capaces de verla. No le restan belleza, y no la impiden. Al contrario, si se piensa bien, son un acercamiento distinto, y también bello, a su manera, a aquellos fenómenos, objetos o comportamientos que representan. Y, en todo caso, siempre podemos ir más allá a través de la imaginación y de las preguntas. ¿Por qué las cosas son así?

Un saludo.

viernes, 27 de abril de 2012

Los desconocidos del Sistema Solar

De los cuatro gigantes gaseosos del Sistema Solar, Urano y Neptuno son los más desconocidos y lejanos. Son mundos helados, en cuyas atmósferas interviene el metano, que absorbe el color rojo, y es por ello que los telescopios y fotografías los captan en color azul, más oscuro en el caso de Neptuno por la mayor presencia de helio, que absorbe aún más el rojo.

Son, como casi siempre, mundos hermosos en la contemplación lejana, pero temibles en su realidad apenas comprendida. Urano, el tercer planeta más grande del Sistema Solar, está inclinado prácticamente de manera perpendicular a su órbita, de forma que los polos son los que reciben el mayor calor en su traslación de 84 años; calor que, por otra parte, no impide que su atmósfera sea la más fría del Sistema Solar, con una mínima de -224 ºC. Frío, muy frío, recorrido por terribles vientos de hasta 900 km/h, aunque nos compensa con hermosos anillos.

Neptuno es el más exterior de los gigantes gaseosos, el más lejano de los planetas, algo menor que su vecino Urano, y es un mundo dinámico, con manchas que recuerdan las tempestades de Júpiter, pero más intensas si cabe: los vientos más fuertes del Sistema Solar se dan aquí, hasta 2000 km/h. Estos vientos podrían tener origen en una fuente de calor interna, en el núcleo, y algunas hipótesis apuntan la idea de que se den las condiciones para que los átomos de carbono se combinen formando cristales, liberando calor en el proceso, que alimentaría dichas tormentas, y de forma que en Neptuno podrían llover diamantes, literalmente. Maravilloso, ¿no?

Ambos escoden sorpresas, como la inclinación del campo magnético en Urano o los tenues anillos de Neptuno. Mucho por conocer, aunque para la imaginación no hay barreras.

Saludos de medianoche.

martes, 10 de abril de 2012

Terraformación de Marte

¿Sería posible terraformar Marte? La ciencia ha dado una respuesta, y es, al parecer, que sí.

Por terraformación entendemos el proceso de transformación de un planeta o mundo cuyas condiciones no sean aptas para la vida tal y como la conocemos a otro en que sí lo sean. En principio, puede aplicarse a multitud de mundos, pero el objetivo es: Marte.

Desde hace unos años los científicos, escritores, etc. se hacen preguntas en cuanto a la terraformación de Marte, o de otros mundos. De llegar a alcanzar este poder, se habilitaría la vía de escape de la Tierra, si llegara el caso de que la humanidad hubiese de emigrar "cósmicamente", y no sería imprescindible hallar un planeta con condiciones de habitabilidad buenas. Podríamos transformarlo.

Pero naturalmente, hay una trampa en todo esto. Y es que terraformar Marte, u otro mundo, no es algo sencillo ni rápido. Es un proceso que llevaría milenios. Al menos, con el estado de conocimientos actual. A modo de ejemplo, centrémonos en Marte. En primer lugar, habría que incrementar drásticamente la cantidad de oxígeno en su atmósfera para hacerla respirable. La atmósfera marciana es rica en CO2, pero escasa en oxígeno. En segundo lugar, habría que lograr agua en estado líquido. Hay bastante controversia a este respecto. Puede estar contenida en los casquetes polares, pero también podría venir de un nuevo cielo rico en oxígeno y dinámico, con formación de nubes que podrían generar precipitaciones. En tercer lugar, habría que cubrir el planeta de un dosel de vegetación que contribuyera a mantener la nueva atmósfera, nutriéndose del ciclo del agua creado. Y esto ya se parecería a la Tierra. Aunque miles y miles de años después de empezar.

Además de Marte, Venus, Mercurio, la Luna, Europa, Ganímedes, Calisto, Encélado, Titán o Ceres son candidatos para terraformación, cada uno con unos particulares desafíos teóricos. Por ahora, en la imaginación y el sueño.

Saludos.


jueves, 29 de marzo de 2012

El límite K-T

Las extinciones masivas de especies han sido relativamente frecuentes a lo largo de la historia de la Tierra. Bien sea por causas propias de nuestro planeta, bien por causas externas, cada cierto número de miles o millones de años la vida en la Tierra se pone a prueba de forma global. Después, nos quedan huellas, testimonios, de tales acontecimientos. 

Aunque no la mayor, de todas las extinciones la más conocida es la de los dinosaurios, entre los períodos Cretácico y Terciario. La teoría avalada que explica el final de los grandes saurios es el choque de un gran meteorito en lo que hoy es, aproximadamente, la península del Yucatán. La huella de aquel impacto es un estrato conocido como límite K-T (siglas que vienen de Cretácico y Terciario en alemán). Por debajo de él se encuentran restos fósiles de dinosaurios. Por encima, ninguno. Además, la presencia de iridio es abundante en él, y el iridio es un elemento escaso en la Tierra, pero frecuente en los meteoritos. ¿Es la prueba fehaciente de la hipótesis del gran impacto?

El límite K-T se encuentra por toda la Tierra. Los estudios más recientes revelan una sorpresa a mayores. Y es que las mediciones muestran, a partir del hallazgo del límite K-T, que la extinción se produjo no hace 65 millones de años, como se creía, sino más bien hace unos 66 millones. Millón de años arriba o abajo puede no ser demasiado para el universo, pero la ciencia trata de ser lo más exacta posible. Y hay más sorpresas: la extinción masiva no fue tan masiva. Sabido es que incipientes mamíferos lograron abrirse camino, así como otras criaturas; y, según descubrimientos recientes, alguna especie de dinosaurio pudo sobrevivir hasta 700.000 años después del cataclismo, lo cual llevaría a replantearse, al menos en parte, las teorías. Pero por ahora el límite K-T permanece como marca indeleble de un desafío total para la vida, al que no todos lograron adaptarse.

Saludos de medianoche.

jueves, 22 de marzo de 2012

Colisiones galácticas

El universo es un lugar despiadado. Resulta bello en su contemplación lejana, pero esa belleza esconde portentos y fenómenos que resultan cuando menos temibles. Las explosiones de rayos gamma, por ejemplo, son las emisiones de energía más poderosas que se conocen, asociadas a supernovas y otras evoluciones estelares. La Tierra está protegida, en cierta medida, de radiaciones de este tipo gracias a su campo electromagnético, siempre que no procedan de un lugar demasiado cercano. Y su atmośfera nos protege, hasta un punto, de otros fenómenos: las colisiones de asteroides.

Siempre que estos objetos sean "pequeños", probablemente se desintegrarán. Ocurre todos los días. Si son demasiado grandes (por ejemplo, un gran asteroide o un cometa), las probabilidades de cataclismo aumentan, como en el comienzo de la extinción de los dinosaurios.

Hay otros tipos de colisiones en el cosmos, y sin duda el más grande, ante el que la Tierra nada puede, es la colisión de galaxias. En efecto, se sabe que las galaxias, por interacción gravitacional, llegan a fundirse en un abrazo de dimensiones casi inconcebibles, entremezclando sus estrellas y nubes de polvo interestelar. Algo sin duda temible, y destino de la Vía Láctea y su galaxia vecina, Andrómeda, que chocarán dentro de unos 5000 millones de años. Más bien se tratará de una fusión, en la que miles de sistemas planetarios pueden desaparecer, y a la vez se formarán nuevas estrellas, por las combinaciones de gas y polvo interestelar. El resultado final será una galaxia única, a la que contribuirá más Andrómeda, por ser más grande. En todo caso, algo difícil de imaginar, y temible, sin duda. Aunque... pensándolo bien, tal vez no tanto. Los modelos muestran que los choques entre estrellas son relativamente escasos en estas colisiones galácticas, por las grandes distancias, y además, aún faltan 5000 millones de años...

Dejo un interesante enlace:

http://www.abc.es/20110530/ciencia/abci-ocurrira-nuestra-galaxia-cuando-201105300802.html

Saludos de medianoche.


sábado, 10 de marzo de 2012

Bellezas del universo

En la inmensidad del cosmos, el misterio y la belleza se dan la mano. Allá donde lo más sencillo es viajar con la imaginación, existen distintas entidades de extrema belleza, que dan color a la fría oscuridad del universo. Púlsares, cuásares, nebulosas, cúmulos estelares, galaxias de variadas formas son algunos de los más luminosos elementos que nuestros telescopios han ido descubriendo. Los púlsares son faros, estrellas de neutrones pulsantes que emiten poderosos campos electromagnéticos y ondas de radio. Los cuásares (fuentes de radio cuasi-estelares) son lejanas concentraciones lumínicas y emisoras de radiación electromagnética y ondas de radio; en su misterio, probablemente núcleos activos de galaxias jóvenes en formación asociados a agujeros negros. Los cúmulos estelares son bellas concentraciones de miles o millones de estrellas atraídas por su gravedad mutua, viejas en unos casos, jóvenes en otros (las Pléyades).

Las nebulosas son concentraciones de gas y polvo donde acontece la formación de estrellas, o bien los restos de alguna de estas en su final, bellos colores al telescopio y en la imaginación, como la Cabeza de Caballo

Conteniéndolo todo, las galaxias, esas visiones elípticas, espirales, barradas o irregulares que en una visión de conjunto del universo, si ello fuera posible, parecerían los componentes más elementales.  Pero hay más, mucho más, en su interior, mucha belleza y misterio. Desde una de ellas, la Vía Láctea, contemplamos el universo.

Saludos nocturnos pero luminosos.


jueves, 23 de febrero de 2012

Planeta azul, planeta verde

La Tierra. A pesar de su nombre, es un mundo de agua, azul, blanco también, por las nubes que jalonan su atmósfera, y también verde, por la vegetación que se extiende por prácticamente todos los lugares, y con especial incidencia en las zonas tropicales y boreales. Las malas prácticas de la humanidad ponen en peligro mares y océanos, y tampoco se libran las selvas y bosques, todo lo contrario. ¿Imaginamos un mundo sin vegetación? Sí podemos, pero no nos gustaría nada. Pensemos en Marte, por ejemplo. De cualquier forma, la deforestación es un hecho. Al parecer, avanzan los desiertos, retroceden los bosques, y nos fijamos sobre todo en el pulmón del mundo, la Amazonia. En África y el sureste asiático ya han desaparecido grandes extensiones de selva y jungla. En Brasil, la tala de arboles, la construcción de carreteras u otros factores hacen que el futuro sea sombrío. ¿Es el precio del progreso?

2011 fue el año internacional de los bosques. Que no sean un recuerdo del pasado o una visión de maquetas de museos es responsabilidad de todos. Así, la Tierra podrá seguir siendo el planeta azul y verde por muchos siglos y milenios.

Saludos.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Planetas terrestres

Con este nombre, en el Sistema Solar, se engloban los planetas más pequeños y cercanos al Sol, Mercurio, Venus, la Tierra y Marte. Terrestres porque sus características morfológicas son similares entre ellos y con nuestro mundo. No son gigantes gaseosos o mundos helados, sino cuerpos rocosos con una corteza y un núcleo definidos. Dejando aparte al menor, Mercurio, los otros tres, Venus, Tierra y Marte, poseen grandes semejanzas, pero también notables diferencias. Entonces, tan cercanos y tan lejanos. ¿Por qué?

Venus es casi un planeta gemelo, aunque solo en tamaño o composición, porque las altas concentraciones de dióxido de carbono de su atmósfera generan un enorme efecto invernadero, con temperaturas infernales y densas nubes, solo aptas para algunas sondas espaciales. Marte, por su parte, es de tamaño menor, un planeta rojizo, de grandes contrastes de temperatura entre el día y la noche y marcados accidentes geológicos.

Es probable que en algún momento de sus historias tanto Venus como Marte poseyeran agua, temperaturas más agraciadas y condiciones para albergar vida, si es que no la tuvieron de hecho. A día de hoy, nada queda de eso. Parecen ser mundos inhóspitos, sin presencia de organismos animales o vegetales, si bien la esperanza de encontrarlos no se pierde, particularmente en Marte. ¿Qué nos separó de ellos? Se manejan diversas teorías para ambos mundos: cambios drásticos en las atmósferas primigenias incompatibles con la vida, rotaciones planetarias que pierden dinamismo, cataclismos cósmicos... Lo cierto es que las semejanzas y diferencias entre Venus, Marte y la Tierra se dan a partes iguales, y os invito a conocerlas. Siempre sin perder de vista la gran diferencia, la que por ahora nos hace únicos en el Sistema Solar: la existencia de vida en la Tierra.

Un saludo.

lunes, 16 de enero de 2012

Evolución de la vida

Hace unos cuantos años ya (cómo pasa el tiempo), vi un documental en el que se planteaban posibles evoluciones para la vida en la Tierra. Normalmente, dedicados al fragor del día a día y a los asuntos "humanos", no alcanzamos a ver que la evolución sigue su camino, y que todas las especies, sin excepción, lo transitan. En el documental del que hablo se empleaba una buena dosis de imaginación, y aquí también puede hacerse ese ejercicio. ¿Qué animales y plantas poblarán nuestro mundo dentro de quinientos, mil, diez mil, cien mil o un millón de años? Realmente no hay límites para la imaginación, en combinación con los más sólidos fundamentos de la zoología, la botánica y la biología, entre otras ciencias.

La evolución que puedan tener las especies, tanto animales como vegetales, está en franca relación con el clima de cada momento geológico. Resulta evidente que las condiciones climáticas de cada lugar generan especies distintas, adaptadas, y cabe pensar, pues, que la evolución del clima pueda determinar, al menos en parte, qué características, qué aspecto, qué peculiaridades se manifiesten en las formas de vida del futuro. ¿Es posible una nueva era de los dinosaurios? ¿Se prolongará el triunfo de los mamíferos? ¿Cómo evolucionará la fisonomía del ser humano mismo? El cambio climático puede implicar, pues, cambios evolutivos, y solo poco a poco lo estamos comprendiendo. Qué grado de responsabilidad tendremos en la evolución de la vida es otra pregunta que, por ahora, queda abierta. Desde el optimismo, esperemos que aún haya deseos y capacidad para comprometerse con la Tierra.

Saludos de madrugada.

sábado, 7 de enero de 2012

Radiografía de la Tierra

La visión que tenemos de la Tierra ha cambiado considerablemente a lo largo de los siglos. De plana y centro del universo conocido, pasamos en su momento al mundo esférico que orbitaba en torno al Sol. Más tarde supimos que, de hecho, el sistema solar se mueve conjuntamente en torno al centro de una galaxia, la Vía Láctea. A día de hoy, los satélites nos brindan un profundo conocimiento de nuestro planeta, desde sus posiciones de observación más allá de la atmósfera. La informática, la electrónica, las nuevas tecnologías en general están llevando, casi sin que nos percatemos, a una nueva visión de la Tierra, hasta casi verla por dentro, cual radiografía. El mundo está cableado, redes como Internet conectan ordenadores de múltiples lugares, y podemos atisbar cómo es el interior del planeta, pueden medirse y detectarse seísmos, parametrizamos la meteorología, controlamos y vigilamos el tráfico y la seguridad, utilizamos teléfonos móviles que marcan posiciones, que podrían servir para mucho más de lo que siquiera podemos imaginar. De alguna manera, semejaría un organismo vivo, con sus arterias o sus nervios. ¿Adónde llegará la tecnología para cambiar nuestra visión de la Tierra y nuestras propias vidas?

Feliz año 2012.