miércoles, 25 de mayo de 2011

La flecha entrópica

En 1927, el astrónomo Arthur Eddington acuñó el término flecha del tiempo para refererise a una dirección en el tiempo en un universo relativista de cuatro dimensiones, donde la cuarta dimensión es, precisamente, el tiempo.

Existen distintas flechas del tiempo, o formas de determinar, o tratar de determinar, una dirección de flujo de esa entidad que llamamos tiempo. Esto es, una distinción entre "pasado", "presente" y "futuro"; algo misterioso e intangible, pero real y medible. De entre todas, una de las más intrigantes es la llamada flecha termodinámica o flecha entrópica, que vincula la dirección en el tiempo con la entropía, de forma que la evolución del tiempo se produce siempre en el sentido del incremento de la entropía, o de aumento del grado de desorden. ¿Por qué un vaso cae y se rompe en varios pedazos, y jamás lo vemos reconstruirse desde sus pedazos en él mismo? Parece obvio... O no. El universo tiende a distribuir uniformemente la energía, es decir, a maximizar la entropía, y por eso procesos como el del vaso reconstruyéndose son muy improbables de forma espontánea. De hecho, desde nuestra visión de la cosas, son imposibles.

Nos pasamos la vida luchando, de algún modo, contra la entropía. Todo parece desordenarse de forma espontánea, y tenemos que poner empeño en ordenar nuestro entorno. Parece el paradigma cósmico. Sin embargo, científicos se plantean si no será posible recorrer la flecha entrópica en sentido opuesto, es decir, hacia la disminución de la entropía. Está por ver, pero habría que replantear la segunda ley de la termodinámica, y "pasado", "presente" y "futuro" serían, más que nunca, ilusiones de nuestra mente. 

Dejo un interesante enlace:

http://www.neoteo.com/la-paradoja-de-la-flecha-del-tiempo

Saludos de medianoche.






viernes, 13 de mayo de 2011

Tormentas solares

El pasado 14 de febrero, día de San Valentín, una tormenta solar de dimensiones particularmente grandes llegó a la Tierra. Gracias a los cinturones magnéticos de esta, los efectos sobre las comunicaciones (satélites, GPS, etc.) fueron menores de lo que se habían imaginado. En realidad, fue pura casualidad que los efectos resultaran minimizados, pues los campos magnéticos terrestre y de la llamarada solar estaban alineados, y la tormenta se desvió a los polos.

Lo cierto es que en los próximos meses se esperan cientos de tormentas de este tipo. No en vano estamos en un ciclo de actividad solar máxima, el que hace el número 24 desde que existen registros de estos fenómenos (unos 300 años). Estos ciclos vienen a durar unos 11 años, y entre ellos la actividad solar se ralentiza, como en años anteriores, lo cual puede dar una engañosa sensación de tranquilidad.

Los científicos creen que este ciclo 24 será intenso, con su pico entre 2012 y 2014. Poco más puede predecirse. Pero sí se hace una advertencia: la sociedad occidental es mucho más dependiente de tecnología potencialmente vulnerable a estos fenómenos solares que la del año 2000, en el último ciclo máximo. ¿Qué efectos podría tener una tormenta solar como la "tormenta de San Valentín"? Podrían interrumpirse comunicaciones o quedar inutilizadas centrales eléctricas. Y esto de forma generalizada. ¿Estamos preparados? Tal vez algo. Por ejemplo, los satélites actuales ya pueden resistir ciertas oleadas solares. Pero ¿y en la Tierra? Esperemos que al menos seamos capaces de desconectarlo todo a tiempo.

Dejo un enlace muy interesante:


http://www.abc.es/20110224/ciencia/abci-llamarada-solar-201102240839.html

Saludos.