domingo, 23 de octubre de 2011

Coches y energías

En ocasiones me pregunto cuándo va a cambiar de manera irreversible el modelo energético aplicado a los coches. A veces extiendo la pregunta a todo vehículo propulsado por combustible, y al mundo global, en todos sus aspectos. Lo cierto es que vemos algunos cambios, y parece que dicho modelo puede cambiar. Pero los pasos son lentos. Puede ser una investigación costosa, es posible; y también pueden existir resistencias al cambio por parte de quienes se encuentran bien acomodados en el modelo actual, basado en los combustibles fósiles ante todo.

Ya hay coches híbridos de gasolina y eléctricos y coches puramente eléctricos (algunos aún en fase de fabricación), y múltiples prototipos que se basan en las energías renovables, como la eólica o la solar, los cuales suelen ser más bien maquetas de proyectos de investigación académica que realidades consolidables, me temo. Quizás una de las mejores alternativas, a mi juicio, son las pilas de combustible, dispositivos electroquímicos similares a baterías que pueden generar energía a través de la combinación de oxígeno e hidrogéno puro, y con vapor de agua como el único, en principio, residuo.

Se trataría de una alternativa limpia, cuyo coste poco a poco se reduce, así como sus inconvenientes, como la especificidad de los catalizadores de la reacción. Es un modelo, puede decirse, de hidrógeno, frente al de electricidad, propio del coche eléctrico. Parece que este se impone, pues parece resultar algo más económico y más susceptible de implantarse en vehículos de dimensiones reducidas (turismos). Pero continúan ambos, y con el tiempo veremos si se impone uno o conviven ambos, inclusive junto a alternativas diversas.

¿Qué os parece? ¿A cuál veis más opciones? Cualquiera puede ser bueno, solventando los respectivos inconvenientes. Lo importante es dejar atrás lo antes posible los combustibles fósiles. De paso, podemos tener en nuestras manos el agresivo modelo actual de coche, que arroja muchas sombras, conocidas por todos.

Saludos.

domingo, 16 de octubre de 2011

Sequía

Es bastante posible que hayamos entrado en España en un nuevo período de sequía. El tiempo lo dirá, pero ya casi ha transcurrido un mes de otoño y las precipitaciones apenas llegan (y eso, donde lo hacen, en Valladolid nada). Ya el verano fue muy seco, y el panorama no es halagüeño. Los embalses se secan y llegan a porcentajes de capacidad de un 33% en la cuenca del Duero, y menos aún en Galicia. De hecho, en Galicia se plantean restricciones al consumo a corto plazo. 

La España húmeda ya no es tan húmeda. En Orense se alcanzan todos los años temperaturas máximas nacionales por estas fechas. ¿Casualidad o no? Yo confío en que sea un período puntual, y no algo relacionado con el cambio climático. El tiempo lo irá diciendo, en efecto. Quizás también el tiempo, por desgracia, nos haga comprender qué importante es el líquido elemento, el agua. Que se lo digan a determinados países y poblaciones que viven en sequía perpetua. Tratemos de ser optimistas, pero cuidemos siempre el único planeta que tenemos.

Saludos otoñales.