domingo, 24 de febrero de 2013

Meteoritos y probabilidades cósmicas

El pasado viernes día 15 de este mes de febrero un meteorito, 2012 DA14, pasó a unos 27000 km de la Tierra, y otro llegó a impactar en Rusia, en la ciudad de Cheliábinsk, con cientos de heridos como consecuencia más grave. En un mismo día la casualidad cósmica dio lugar a estos dos hechos, no relacionados, al parecer. Es verdad que la Tierra recibe con cierta frecuencia el impacto de pequeños trozos de meteorito que logran superar la atmósfera, y son más los cuerpos que la bombardean desde diversas regiones del Sistema Solar. No obstante, el citado día debe remarcarse como fuera de lo común, y nos hace preguntarnos: ¿qué posibilidades existen de que un meteorito de dimensiones grandes llegue a la superficie terrestre? Muy pequeñas, por suerte, pero no nulas, y conviene estar alertas. De hecho hay personas que han convertido esta vigilancia en una afición, o si cabe algo más, en colaboración con astrónomos y centros de astronomía. Un objeto no especialmente grande ya puede dar lugar a graves consecuencias, como pudimos comprobar en los Urales el citado día 15, así que no imaginemos lo que pueden crear otros mayores.

A raíz de los últimos acontecimientos, ha reaparecido con fuerza el nombre del asteroide Apophis. Al parecer, tampoco impactará, en 2029 ni 2036. Eso sí, se estima que en la primera de esas fechas se acercará mucho, a poco más de 31000 km. ¿Estaremos por entonces más preparados para destruir o desviar un objeto de tales dimensiones? Tal vez no en ese caso, pero sí en otros. Se cree que en la historia de la Tierra el impacto de meteoritos ha provocado extinciones masivas, y estamos avisados. Es una probabilidad muy baja, y podemos vivir tranquilos, pero no conviene ignorar una amenza real de un universo hostil.

Un saludo.

sábado, 9 de febrero de 2013

Distintos escenarios para la vida

Estamos acostumbrados a los distintos ecosistemas que en la Tierra dan soporte a la vida, a las diferentes especies, tanto vegetales como animales. Selvas, bosques, praderas, sabanas, desiertos, zonas polares, fondos oceánicos, plataformas litorales... Todos ellos y muchos otros conforman hábitats tan variados como los seres que los pueblan. En ocasiones son extremos, y se habla de extremófilos, organismos capaces de colonizar los hábitats en apariencia más inhóspitos y menos propicios para la vida. ¿Y fuera de la Tierra? ¿Podemos imaginar los diferentes ecosistemas de otros mundos que podrían albergar vida? Lo cierto es que cada vez se descubren más planetas fuera del Sistema Solar, y son tan altas las probabilidades de que alguno contenga vida que la imaginación se dispara. También dentro del Sistema Solar hay algunas opciones. ¿Dónde podría medrar la vida? Tal vez en la atmósfera de gigantes gaseosos, como criaturas flotantes, o en océanos de mundos helados, en lagos de metano o de hidrocarburos, en los resquicios de las rocas, en el interior de cuevas u oquedades, o en vastas planicies sometidas a la radiación estelar o a los vientos. Cada uno podría aportar una visión. Cualquiera de ellos es en apariencia más inhóspito que los de nuestra Tierra, pero la vida puede no conocer límites, y ser en otros rincones del cosmos muy diferente a la que conocemos. O tal vez sorprendentemente semejante. Muchas preguntas, y nosotros podemos aportar al menos escenarios a los que dejar ir la imaginación.

Saludos de sábado noche.