martes, 29 de enero de 2013

Nuevos materiales

Los avances tecnológicos se dan en múltiples ámbitos, y frecuentemente se habla de aceleración tecnológica para definir un tiempo en el que con suma rapidez unos cambios desencadenan otros. De todos esos campos, algunos pasan más desapercibidos, y no por ello tienen menos repercusión en nuestro día a día. Es el caso de las investigaciones para desarrollar nuevos materiales. Aquí podríamos hablar de tejidos que repelen el agua o resisten mejor el frío, o de nuevos materiales magnéticos o superconductores. Más en relación con la electrónica, destaca el grafeno, material derivado del carbono con numerosas propiedades que han llamado la atención de aquella industria, particularmente para su introducción en los circuitos integrados. Por analogía, también se habla del siliceno, derivado del silicio. Parece ser que este segundo gozaría si cabe de preferencia frente al primero para la industria, aunque tanto en un caso como en otro casi todo está por venir.

Es cierto que detrás de estos materiales y de muchos otros hay una industria que trata de explotarlos y de sacar un rendimiento de mercado. No obstante, en bastantes casos también se trata de avances de relevancia que pueden conducir a un mundo mejor. Esperemos que el altruismo no sucumba irremediable e inevitablemente a intereses comerciales y que muchas personas puedan beneficiarse de verdad de estos nuevos y mejores materiales, en cualesquiera de sus productos finales.

Un saludo.

viernes, 18 de enero de 2013

Teorías del cambio climático


Es habitual ya escuchar en los medios de comunicación referencias a posibles efectos causales entre los episodios del clima que van aconteciendo y el cambio climático. Una de las últimas ocasiones se ha dado estos días. Transcurre el verano austral, y las temperaturas en Australia son desmesuradamente altas. Y, como siempre, se repiten los descomunales incendios, particularmente en la isla de Tasmania. Vincular episodios concretos a un posible cambio climático es algo arriesgado. No obstante, parece cada vez más claro que el clima está cambiando, o está siendo cambiado, y en muy poco tiempo, lo que es el peor aspecto de esta situación; no el cambio en sí, sino su rapidez, la cual llevará, a juicio de los científicos, a que no pocas especies sean incapaces de adaptarse.

Contaminación industrial, vehículos en cantidades ingentes, sobreexplotación maderera... La lista de agentes responsables puede ser larga. Como lo son sus efectos: aumento de temperaturas medias, deshielos en zonas polares y desaparición de glaciares, subida del nivel del mar... Hay quienes consideran que uno de los efectos más visibles del cambio climático podría ser la desaparición de las estaciones intermedias y más suaves, primavera y otoño, y solo quedarían invierno y verano, que serían más extremos. ¿Es esto lo que sucede en Australia, y apenas lo intuimos? Tal vez ya lo atisbamos en muchos lugares. Para algunos, a la larga hará más y más calor, en un calentamiento global. Para otros, tras el calentamiento puede sobrevenir un enfriamiento global, como ya ha sucedido en otras eras de la Tierra. ¿Quién tendrá razón? En este caso mejor sería equivocarse todos, para que nuestro planeta siga gozando de sus generosas condiciones de habitabilidad. El ser humano parece empeñado en algo distinto, aunque al menos poco a poco comprendemos que solo debemos resignarnos y prepararnos para un cambio climático natural, no para aquel que esté en nuestra mano evitar.

Un saludo.