jueves, 23 de febrero de 2012

Planeta azul, planeta verde

La Tierra. A pesar de su nombre, es un mundo de agua, azul, blanco también, por las nubes que jalonan su atmósfera, y también verde, por la vegetación que se extiende por prácticamente todos los lugares, y con especial incidencia en las zonas tropicales y boreales. Las malas prácticas de la humanidad ponen en peligro mares y océanos, y tampoco se libran las selvas y bosques, todo lo contrario. ¿Imaginamos un mundo sin vegetación? Sí podemos, pero no nos gustaría nada. Pensemos en Marte, por ejemplo. De cualquier forma, la deforestación es un hecho. Al parecer, avanzan los desiertos, retroceden los bosques, y nos fijamos sobre todo en el pulmón del mundo, la Amazonia. En África y el sureste asiático ya han desaparecido grandes extensiones de selva y jungla. En Brasil, la tala de arboles, la construcción de carreteras u otros factores hacen que el futuro sea sombrío. ¿Es el precio del progreso?

2011 fue el año internacional de los bosques. Que no sean un recuerdo del pasado o una visión de maquetas de museos es responsabilidad de todos. Así, la Tierra podrá seguir siendo el planeta azul y verde por muchos siglos y milenios.

Saludos.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Planetas terrestres

Con este nombre, en el Sistema Solar, se engloban los planetas más pequeños y cercanos al Sol, Mercurio, Venus, la Tierra y Marte. Terrestres porque sus características morfológicas son similares entre ellos y con nuestro mundo. No son gigantes gaseosos o mundos helados, sino cuerpos rocosos con una corteza y un núcleo definidos. Dejando aparte al menor, Mercurio, los otros tres, Venus, Tierra y Marte, poseen grandes semejanzas, pero también notables diferencias. Entonces, tan cercanos y tan lejanos. ¿Por qué?

Venus es casi un planeta gemelo, aunque solo en tamaño o composición, porque las altas concentraciones de dióxido de carbono de su atmósfera generan un enorme efecto invernadero, con temperaturas infernales y densas nubes, solo aptas para algunas sondas espaciales. Marte, por su parte, es de tamaño menor, un planeta rojizo, de grandes contrastes de temperatura entre el día y la noche y marcados accidentes geológicos.

Es probable que en algún momento de sus historias tanto Venus como Marte poseyeran agua, temperaturas más agraciadas y condiciones para albergar vida, si es que no la tuvieron de hecho. A día de hoy, nada queda de eso. Parecen ser mundos inhóspitos, sin presencia de organismos animales o vegetales, si bien la esperanza de encontrarlos no se pierde, particularmente en Marte. ¿Qué nos separó de ellos? Se manejan diversas teorías para ambos mundos: cambios drásticos en las atmósferas primigenias incompatibles con la vida, rotaciones planetarias que pierden dinamismo, cataclismos cósmicos... Lo cierto es que las semejanzas y diferencias entre Venus, Marte y la Tierra se dan a partes iguales, y os invito a conocerlas. Siempre sin perder de vista la gran diferencia, la que por ahora nos hace únicos en el Sistema Solar: la existencia de vida en la Tierra.

Un saludo.