miércoles, 1 de febrero de 2012

Planetas terrestres

Con este nombre, en el Sistema Solar, se engloban los planetas más pequeños y cercanos al Sol, Mercurio, Venus, la Tierra y Marte. Terrestres porque sus características morfológicas son similares entre ellos y con nuestro mundo. No son gigantes gaseosos o mundos helados, sino cuerpos rocosos con una corteza y un núcleo definidos. Dejando aparte al menor, Mercurio, los otros tres, Venus, Tierra y Marte, poseen grandes semejanzas, pero también notables diferencias. Entonces, tan cercanos y tan lejanos. ¿Por qué?

Venus es casi un planeta gemelo, aunque solo en tamaño o composición, porque las altas concentraciones de dióxido de carbono de su atmósfera generan un enorme efecto invernadero, con temperaturas infernales y densas nubes, solo aptas para algunas sondas espaciales. Marte, por su parte, es de tamaño menor, un planeta rojizo, de grandes contrastes de temperatura entre el día y la noche y marcados accidentes geológicos.

Es probable que en algún momento de sus historias tanto Venus como Marte poseyeran agua, temperaturas más agraciadas y condiciones para albergar vida, si es que no la tuvieron de hecho. A día de hoy, nada queda de eso. Parecen ser mundos inhóspitos, sin presencia de organismos animales o vegetales, si bien la esperanza de encontrarlos no se pierde, particularmente en Marte. ¿Qué nos separó de ellos? Se manejan diversas teorías para ambos mundos: cambios drásticos en las atmósferas primigenias incompatibles con la vida, rotaciones planetarias que pierden dinamismo, cataclismos cósmicos... Lo cierto es que las semejanzas y diferencias entre Venus, Marte y la Tierra se dan a partes iguales, y os invito a conocerlas. Siempre sin perder de vista la gran diferencia, la que por ahora nos hace únicos en el Sistema Solar: la existencia de vida en la Tierra.

Un saludo.

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