domingo, 4 de diciembre de 2011

Una ventana al universo

Vivimos un tiempo de numerosos problemas en nuestra casa, la Tierra. Agitación política, dificultades económicas, fenómenos naturales de consecuencias devastadoras... Son problemas a resolver, hasta donde sea posible, y la humanidad no parece haber hecho sus deberes, al menos hasta ahora. Pero imaginemos, a modo de respiro, que nuestra casa, la Tierra, poseyera una ventana, y que desde esa ventana pudiera contemplarse el universo, del mismo modo que desde la ventana de una cabaña en un bosque se podrían contemplar montañas, arroyos o frondosos gigantes arbóreos. ¿Qué veríamos? Pensemos: innumerables estrellas, de diversos colores aparentes y brillos, acaso galaxias, nebulosas, o algún planeta con sus satélites, o en solitario. Es un lienzo que puede soñarse o imaginarse, al que nos acercan un poco los modernos telescopios, que nos han aportado visiones novedosas y prácticamente increíbles, de lo más cercano a nosotros, y de lo más lejano, los confines del cosmos, con sus quásares y sus radiaciones gamma. Son dos panoramas distintos, pero compatibles. Porque compatible es tratar de comprender los misterios del universo, las razones físicas que lo gobiernan, y los retos y necesidades que plantea nuestro planeta, también para comprenderlo mejor, para respetarlo más que hasta ahora, y así lograr una mejor vida para todos sus habitantes, que son también habitantes del cosmos.


Saludos.

2 comentarios:

  1. ...la verdad es que es todo un desafío conciliar lo metafísico y lo consuetudinario...
    ¿Seremos capaces?
    Miguel DIAZ

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  2. Así es, Miguel. Un desafío diario, que viene muy bien, entiendo yo, pues es una forma de hacerse preguntas; y hacerse preguntas, cuestionarse, es una forma de avanzar. Por no decir de imaginar... Conciliar lo que vemos, lo que nos toca, con lo que apenas podemos soñar.

    Un saludo, y gracias por tu comentario.

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