Es este un campo fascinante, que puede deparar muchas sorpresas en un futuro nada lejano. De hecho, los robots ya se encuentran presentes en nuestra vida, sin que muchas veces nos demos cuenta. Con ellos se han automatizado muchas tareas, y se espera que afronten muchas más. Especialmente curiosa es la aplicación de los robots a las tareas del hogar. Ya hay prototipos que ayudan en estas tareas, y más pronto que tarde veremos humanoides que sin cansancio ni queja atienden todo aquello que no deseemos hacer; o simplemente lo harán tan bien que se lo dejaremos a ellos. El reto para la robótica es lograr que estas máquinas lo sean un poco menos, y lleguen a poseer cierto grado de inteligencia emocional. Aquí es donde aparecen las preguntas, y el misterio. ¿Serían entonces capaces de comprender nuestros sentimientos, e incluso de mostrar los suyos propios? Y en ese caso, ¿no estarían demasiado cerca de pensar, de actuar? Pudiera ser. Lo cierto es que esta idea puede ser más real de lo que imaginamos. Los robots dejarían de ser brazos mecánicos en industrias, o modelos experimentales y graciosos, para formar parte de nuestras vidas cotidianas.
Saludos.
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