domingo, 13 de mayo de 2012

Ecuaciones y fórmulas

Rigen el comportamiento del universo y tienen una repercusión en nuestra vida mucho más allá de lo que somos conscientes. Y no son las estrellas, los hados o las alineaciones planetarias. Son las ecuaciones y las fórmulas que describen el funcionamiento de la naturaleza, en su sentido más amplio. ¿Quién no ha oído hablar de la ley de la gravedad o de la ley de Coulomb? En realidad, en principio deben formar parte de nuestros conocimientos generales. Y muchas otras, como las leyes de la termodinámica, el electromagnetismo o la mecánica cuántica. Unas se derivan de otras, y conforman un entramado descriptivo no siempre fácil de comprender, pero que funciona.

A pesar de que las ecuaciones y las fórmulas pueden parecer frías y ásperas, no restan un ápice de belleza al universo que describen, si somos capaces de verla. No le restan belleza, y no la impiden. Al contrario, si se piensa bien, son un acercamiento distinto, y también bello, a su manera, a aquellos fenómenos, objetos o comportamientos que representan. Y, en todo caso, siempre podemos ir más allá a través de la imaginación y de las preguntas. ¿Por qué las cosas son así?

Un saludo.

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